El próximo día 7 se cumplen cuarenta años del nacimiento de un símbolo para todos los que amamos nuestra profesión.
Después de varios años de trabajo, y dos Premios Nacionales de Teatro, por "Proceso por la sombra de un burro" de Düeremant y "La sesión" de Pablo Población Knap, el Teatro Experimental Independiente (TEI), dirigido por William Layton, José Carlos Plaza y Arnold Tarraborrelli, consiguió el sueño de poder abrir la que fue posiblemente la primera sala de teatro independiente de España, en la calle Magallanes,1, de Madrid: El Pequeño Teatro de Magallanes, 1. Este hecho que tanta relevancia tuvo en su época y en el recuerdo del Teatro Independiente de los 70, tuvo lugar el 7 de julio de 1971.
La sala se inauguró con la versión musical de “Noche de Reyes” de Shakespeare. Pilar Francés se encargo de montar las canciones y Arnold Taraborrelli de las coreografías. Nacía así la primera sala de Teatro independiente con apenas cien butacas, pero miles de ilusiones y de sueños. Fueron muchas las trabas políticas para impedir su apertura en el régimen de una época en la que el teatro era un medio verdaderamente transgresor.
El estreno fue apoteósico, era tal era el entusiasmo que se respiraba en la pequeña sala que los artistas fueron sacados a hombros por la estrecha calle donde estaba el teatro. El Pequeño Teatro pronto se convirtió en un referente imprescindible, no solo del teatro, también de la música y de cualquier otra actividad cultural, social e incluso política. Viajaba gente de toda España para asistir a las representaciones y a las clases que se impartían por las mañanas.
En contra de la Ley, desde el primer momento se constituyó un día de descanso a la semana, los lunes, hasta cuatro años más tarde no se consiguió el día de descanso semanal y la función única. Pero la actividad continuaba en esa jornada de asueto en aquella caja mágica, en ella presentaron su primer disco, Cecilia, Hilario Camacho, Amancio Prada. Pasaron por allí Tábano, con Juan Margallo y Petra Martínez a la cabeza y "Las madres del cordero", con Luis Mendo (autor años más tarde de "La puerta de Acalá) y se presentó La cuadra de Sevilla, este mítico grupo andaluz que aunque venía solo por un día, estuvo más de dos meses, representando "Quejío" todos los días a la una de la madrugada, descansando un día a la semana, por supuesto.
Allí impartieron clases los miembros del Roy Hart Theatre, los de la Pantomima polaca de Wroclaw entre otros. Y entre los espectadores asiduos, Sara Montiel, Massiel, Esperanza Roy, Lucia Bosé, Paco Rabal, Pepe Vivó, Miguel Bosé, que entonces contaba solo 15 años, Manuel Gutiérrez Aragón, Fernán Gómez. A veces la voz al teléfono de Lee Remick que llamaba a su amigo Mr. Layton. Joaquín y Antonio Garrigués Walker, Pilar Miró y sobre todo Pepa Molina, eran de la casa. Políticos (clandestinamente claro) y tantos grandes de la época que este artículo sería interminable entre escritores, pintores, músicos… la gran Carla Matteini pronto se incorporó con su saber al TEI.
Allí se cocieron muchas utopías, se realizaron muchos sueños y también se frustraron muchos otros.
¡Felicidades Compañeros!