ADIÓS A TOMÁS PICÓ, ACTOR Y DIRECTOR

Tomás Picó, actor y director, falleció en Tarifa (Cádiz), víctima de un linfoma después de una intensa vida dedicada al espectáculo delante y detrás de la escena. Hijo de un arquitecto vasco de prestigio, se decantó por la interpretación y debutó en el madrileño Teatro Eslava en 1960, donde su porte de galán y su finura le hicieron destacar en los sesenta y setenta del pasado siglo en títulos emblemáticos como Canción de juventud de Luis Lucía –salto a la fama de Rocío Dúrcal como niña prodigio- en La gran familia de Fernando Palacios y en su última entrega, la demoledora La familia, bien, gracias  de Pedro Masó.

Otros títulos de su filmografía son Fulanita y sus menganos (Pedro Lazaga, 1976); Eróticos juegos de la burguesía (Micel Vianey, 1977) o Cariñosamente infiel (Javier Aguirre, 1980).

En teatro compartió escenario con Pepe Sacristán, Emilio Gutiérrez Caba, Kiti Mánver o Concha Velasco, y colaboró con el actor y director Luca Ronconi en Italia donde vivió casi una década. Picó, hombre comprometido y apasionado de su profesión dirigió en su querida Tarifa, el Aula Municipal de Teatro entre 1995 y 2005. Trabajó también con las presas de la cárcel de Algeciras. Su labor docente y su bonhomía nunca caerán en el olvido. Lástima que personas tan auténticas y necesarias emprendan el viaje definitivo antes de lo previsto y con tanta labor pendiente.

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