Tras el verano, en el inicio de un nuevo curso, se buscan nuevas metas e ilusiones. Ante el panorama de la falta de empleo en el sector, es corriente que muchos nos lancemos a la aventura de formar nuestro propio proyecto, nuestra compañía.
Desde la Unión os animamos a hacerlo, el emprendimiento colectivo es una de las formas más interesantes de creación cultural dado el intercambio de experiencias, pasiones e intereses. Pero también sabemos que puede ser fuente de conflictos y de frustraciones.
En primer lugar sabemos, y en estamos en vías de solucionarlo, que la legislación nos tiene olvidados como trabajadores especiales. Las leyes sobre economía social, cooperativas y sociedades laborales, no tienen en cuenta la intermitencia de nuestro trabajo, nuestro régimen de la seguridad social ni la conjunción entre arte y profesión que el trabajo actoral exige. Por ello, muchas veces, se debe acudir a la asociación como parche para los proyectos que deseamos sacar adelante.
También nos encontramos con que muchas veces, cooperativa, es significado de un empleo sin sueldo pero con reparto de taquilla. Las cooperativas de trabajo son compañías en las que los propios trabajadores son los dueños de la empresa. Esto hace que las cooperativas sean formas jurídicas un tanto complejas, que deben ser registradas de manera formal ante la Comunidad de Madrid o el Estado. Además, estas organizaciones empresariales, tienen como premisa que la toma de decisiones está basada en una asamblea en la que cada socio dispone de un voto, sin importar quién puso más dinero dado que todos aportan su trabajo.
Por ello, generalmente, cuando nos dicen que estamos ante una cooperativa, estamos ante un fraude por parte del productor para no cumplir los mínimos establecidos por el convenio o frente de un proyecto complicado construido entre varios profesionales. Estos casos no son cooperativas pero tampoco significa que sean del todo ilegales.
Así que, en caso de duda o curiosidad, os invitamos a que acudáis a la Unión para asesoraros, dado que nuestro único interés es que afrontemos el futuro del sector con garantías y derechos.