FRANÇOIS HOLLANDE APLICA A RAJATABLA SU PROGRAMA ELECTORAL EN FRANCIA, A 56 DÍAS DE GANAR LAS AÚN RECIENTES ELECCIONES PRESIDENCIALES Y LEGISLATIVAS.

EL BALANCE NO PUEDE SER MÁS POSITIVO Y ESPERANZADOR
 
Las primeras políticas aplicadas por EL Presidente francés, en sus 56 primeros días de Gobierno socialista, con mayoría absoluta en el Gobierno y en la Asamblea Nacional, están respondiendo punto por punto a su programa electoral, con el que barrió las políticas de austeridad de Sarkozy, que iniciaban la recesión en Francia y ahora la están sacando del pozo hacia el crecimiento, la esperanza y el aumento sostenido del PIB francés. Exactamente lo contrario de lo que lleva haciendo, durante sus ya casi ocho meses de gobierno nuestro errático Presidente, enfrascado en el error y el manejo del hacha, a golpe de decreto-ley (modo habitual de gobierno de las Dictaduras), para castigar sin piedad y sucesivamente a nuestro hundido y desesperanzado país.
 
Una simple lectura del análisis-balance, que adjuntamos, de lo que está ocurriendo en Francia (no en otra galaxia, sino ahí al lado, a tiro de piedra sobre los Pirineos), demuestra ‘palmariamente’ -palabra muy utilizada por Rajoy y sus cuates, De guindos y Montoro-, que hay otro camino, mucho más efectivo para incentivar el crecimiento y la creación de empleo, así como la potenciación de la Sanidad, la Educación, la Cultura (ha bajado el IVA del 7 al 4’5%), la Investigación, etc., con el inmediato impacto en la subida del PIB francés, revirtiendo el hundimiento anterior hacia zonas de crecimiento insospechables hace tan sólo dos meses. Y sin abandonar el objetivo comunitario de reducción del déficit y el endeudamiento público (muy superior al español).
 
También en Europa empiezan a calar sus premoniciones y políticas hacia el crecimiento y el apoyo a los países del sur de Europa, y entre ellos, España e Italia, si bien,  no logrando aún quebrar la política de Merkel (si la de Sarkozy), ya empiezan a desapuntar salidas más lógicas, efectivas y ‘keynesianas’ a la crisis europea, sin castigos sangrantes a la ciudadanía trabajadora y al estado de bienestar. La salida, por tanto, el camino a seguir, el ejemplo a imitar, no es la austeridad prusiana, que nos está llevando a la ruina nacional y al rescate total, que nuestro gobierno sigue a pies juntillas (incumpliendo flagrantemente su programa electoral), sino las políticas de un gobernante, como Hollande, que cumple las promesas, día a día, que su programa electoral propugnaba, arrasando en las elecciones.

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