PEDRO ALMODÓVAR RESPONDE A RAJOY: «NO TERGIVERSE Y, MUCHO MENOS, NO SE APROPIE DE MI SILENCIO».

Nuestro compañero Pedro Almodóvar publicó hace unos días un precioso artículo en su blog de The Huffington Post (periódico ‘on line’ norteamericano con edición y redacción también en España) y que, por su interés, originalidad, precisión y belleza reproducimos para general conocimiento y extensión, y porque coincidimos plenamente con su contenido. El viernes pasado publicamos en nuestra web un artículo respecto de la brutal y generalizada represión policial en la concentración del 25-S en torno a las Cortes. El artículo de Pedro refuerza cuanto allí decíamos y desmonta la operación de exaltación gubernamental de dicha represión, añadiendo la descalificación, maravillosamente argumentada por Pedro, de la vergonzosa apropiación ‘rajoyana’ de los millones de españoles que no se manifiestan y a los que, descarada y muy impropiamente, les atribuye el respaldo a sus política. Respaldo que ya no tiene y que va perdiendo vertiginosamente en la calle, en los centros laborales, en la sociedad civil y en la intimidad de millones de familias.
 
Hemos calificado a Pedro de ‘compañero’. Y lo es: por artista y máximo creador cinematográfico de la España democrática y porque (cosa que la inmensa mayoría desconoce) Pedro dio el salto de su empleo fijo en la Telefónica a la profesión de actor en 1977-78, debutando profesionalmente en el Teatro Eslava (hoy Joy-Eslava), en Las Manos Sucias, de Jean Paul Sartre, donde, tras hacer el meritoriaje preceptivo de entonces y reclamar el aumento de sueldo correspondiente a su nueva ‘categoría’ de actor, la empresa quiso despedirlo, pero gracias a la presión de varios compañeros, muy especialmente de Carmen Maura, y de la profesión en su conjunto, en asambleas de CCOO (La Unión se fundó 9 años después), continuó en la compañía, en el mismo papel y ya con el sueldo de actor que el recién conseguido primer Convenio de Teatro le garantizaba. Siguió, pues, durante toda la temporada, interpretando su ‘Miliciano’, tanto en el Eslava como en el Bellas Artes, teatro al que la obra pasó, tras el cierre del Eslava, con todo su elenco original, incluido Pedro. Pero su ‘compañerismo’ ha ido mucho más allá y valgan como ejemplo sus múltiples apariciones en cuantas convocatorias y pancartas de la Unión, del ¡No a la Guerra!, contra los atentados de Atocha, etc., etc, ha organizado la Unión de Actores y Actrices de Madrid.
 
Hoy, el artículo de Pedro está dando la vuelta al mundo, gracias al enorme prestigio que Pedro se ha ganado en todo el orbe, habiéndose convertido en la punta de lanza de nuestra mejor promoción, siendo hoy, tras nuestros grandes autores áureos y pintores más grandiosos, el más universal de nuestros artísticos valores actuales, mucho mayor que el de todas las marcas comerciales, bancarias, telefónicas y petroleras juntas, cuya ‘Marca España’ tratan de potenciar con una dotación presupuestaria de 100 millones de euros anuales desde el Gobierno de España y a cargo -¡cómo no!- del erario público, es decir, de nuestros impuestos. Sólo Pedro, junto a muchos otros artistas y creadores, pero sobre todos él, ha encumbrado el nombre de España en el mundo a sus más altas cuotas, con muchísimo menor coste para los contribuyentes y mucha mayor repercusión en el conocimiento que de nuestro país se tiene en el mundo entero.
 
Su artículo sólo es un ejemplo más de su sensibilidad de artista y ciudadano comprometido, desde la atalaya del gran creador que es,  pero apegado al terreno, pendiente siempre de las penurias y problemas de sus compañeros, de sus conciudadanos y de la realidad angustiosa en que Rajoy y su Gobierno nos están sumiendo, incluidos esos millones de españoles cuyo silencio trata de capitalizar toda la derechona, capitaneada por el aprovechado Rajoy.

Gracias, Pedro, por tu precioso y muy preciso artículo y por tus, además de hermosas, acertadísimas palabras.
 
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