EL TÍO JESS EN LOS CIELOS DE SU PROPIO GÉNERO

Jesús Franco iba para músico y acabó en director de cine, actor, guionista, compositor, productor y montador, todo ello repartido en varios nombres y una sola anatomía: la de un señor menudo que fumaba rodeado de señoritas salpicadas de sangre de pega. A sus espaldas, más de doscientos títulos, el último Al margen de los circuitos comerciales, acababa de estrenar Al Pereira vs Alligator Ladies. Por su extensa trayectoria cinematográfica fue premiado con un Goya de Honor en la ceremonia de 2009. Su papel en el cine español es fundamental y está considerado el padre de la serie B española. En aquella ocasión, le acompañó su musa y esposa, Lina Romay, otra rompedora de tabúes con quien colaboró en un sinfín de películas y que, por desgracia, falleció el año pasado de un cáncer repentino con sólo cincuenta y siete años. Entre las cintas más destacadas de Franco, autor también de muchas de las bandas sonoras de sus películas, se encuentran «Gritos en la noche», «El castillo de Fu-Manchú», «Venus in furs», «99 mujeres» u «Orgasmo perverso». Fue colaborador, además, de Orson Welles en «Campanadas a medianoche». Necromicon, de 1968, es sin duda, la más importante de las muchísimas películas que firmó. Y a ‘Necromicón’ remite la anécdota que con más placer citaba Franco: tras presentarla en el Festival de Berlín, Franco recibió el tarjetón de un espectador que se decía impactado por la película y que quería conocerlo. Al dar la vuelta a la nota, Franco descubrió la firma de Fritz Lang, que después citó su película como una de sus favoritas de todos los tiempos.

Deja un comentario